La conciliación familiar se ha convertido en un requisito indispensable para mejorar la calidad de vida en las sociedades desarrolladas. Es importante recordar que la familia desempeña un papel fundamental en la construcción de la sociedad, mientras que el empleo se ha convertido en el principal medio de inclusión social y la herramienta más eficaz para elevar el nivel de vida de las personas.
En este contexto, resulta crucial encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la cohesión social mediante la implementación de políticas reales de conciliación y la promoción de horarios más flexibles y racionales.
Es fundamental tener en cuenta que la conciliación no se limita solo a la posibilidad de tener una jornada parcial, sino que también incluye otras medidas como horarios flexibles, jornadas intensivas, tardes libres los viernes, trabajo por turnos, oportunidades de formación o actividades de voluntariado durante el horario laboral, la posibilidad de ausentarse ante emergencias familiares y la opción del teletrabajo (aunque esta última todavía se encuentra poco implementada en España).
A pesar de que las organizaciones están comenzando a adoptar medidas de conciliación de manera gradual, es evidente que el entorno empresarial español todavía muestra resistencias significativas a la flexibilización de horarios. Para revertir esta situación, es imprescindible impulsar un cambio de mentalidad que posicione la conciliación como una ventaja competitiva no solo para los trabajadores, sino también para las empresas.
¿Por qué beneficia a las empresas?
- Porque no perjudica la productividad, al contrario: un horario excesivamente prolongado resulta en tiempos muertos que provocan deterioro, desmotivación, estrés o falta de concentración. Como resultado, el rendimiento de los trabajadores disminuye.
- Porque fomenta el sentido de pertenencia y mejora el ambiente laboral, al contar con trabajadores más comprometidos y felices que acuden a su puesto de trabajo.
- Porque la imposición de horarios demasiado rígidos puede dar lugar al presentismo, es decir, la permanencia de los empleados en sus puestos de trabajo más allá de su horario normal por temor a perder su empleo. Esta práctica ha aumentado hasta un 40% durante la crisis y supone costos innecesarios para las empresas en términos de suministros como luz, agua y mantenimiento de instalaciones. Además, la falta de flexibilidad horaria puede aumentar el ausentismo, ya que los trabajadores se ven tentados a faltar al trabajo para hacer frente a asuntos puntuales en su vida familiar o personal.
- Porque la conciliación laboral estimularía la participación de las mujeres en el ámbito laboral. Aunque también aplica a los hombres, en nuestra sociedad la cara más visible es predominantemente femenina. Muchas mujeres no buscan empleo porque este no les permite conciliar su vida profesional con las responsabilidades familiares. Este estímulo es crucial en una sociedad cada vez más envejecida, donde la falta de relevo generacional es insuficiente y podría llevar al colapso de nuestro sistema.
- Porque la empresa mejora su reputación y fortalece su compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa.
Mujeres con responsabilidades familiares no compartidas
Las medidas de conciliación son cruciales para todas las personas, pero son aún más indispensables para las mujeres que lideran familias monoparentales. Desafortunadamente, un 63% de estas mujeres se enfrenta a dificultades para equilibrar su vida profesional con las responsabilidades familiares, lo que subraya la necesidad de implementar más medidas de conciliación.
Se observa que todas estas prácticas tienen una incidencia inferior al 50%. Las opciones más comunes son la posibilidad de ausentarse del trabajo en caso de emergencia familiar (44,4%) y el horario flexible (33,3%), mientras que el teletrabajo aún no se ha implementado de manera significativa.